El verano ya está aquí y con temperaturas más altas de lo habitual, una temporada en la que nuestros hábitos cambian y exponemos a nuestro cabello más de lo habitual.
Más horas de sol y más abrasador cada año que mantiene dilatadas nuestras cutículas y nuestros poros, favoreciendo la absorción de toxinas y provocando desprendimiento capilar, por eso es normal apreciar más caída en esta época, sin olvidar las posibles quemaduras/irritaciones del cuero cabelludo.
Más baños tanto de mar, de piscinas y aguas de grifo más alcalinas dependiendo de la zona geográfica en la que estemos, a lo que no está acostumbrado nuestro cabello ni nuestra piel.
Estos agentes externos como el salitre que reseca y deshidrata, el cloro que, por los agentes químicos daña, altera y fragiliza, como el agua muy alcalina y dura, cargada de metales pesados que alteran nuestro ph, pueden llegan a crear una porosidad excesiva provocando daños en la fibra capilar.
Debemos tratar y cuidar nuestro cabello para evitar que sufra en exceso y arruinar el cuidado de todo el año, también evitará la oxidación del color ya sea natural o químico.
¿Cómo lo podemos evitar?
Con pequeños gestos como:
- Mojar el cabello con agua antes de sumergirnos en playa o piscina reducirá la porosidad.
- Proteger nuestro cabello y cuero cabelludo aplicando el bálsamo reparador antes de la exposición solar y durante para mantener hidratadas y nutridas las cutículas del cabello, evitando su deshidratación y encrespamiento.
- Cubrir el mayor tiempo posible con gorros, sombreros, pañuelos, nuestra cabeza mientras paseamos o tomamos el sol, no solo protegerá nuestro cabello sino a nosotros mismo de dicha exposición.
- Aclarar el cabello en cuanto nos sea posible con agua dulce para eliminar todos los posibles residuos de sal y cloro.
- Lavar el cabello con el champú detox, siempre que nos bañemos en playa o piscinas o simplemente haya sudoración excesiva, para eliminar toxinas y mantener el cuero cabelludo limpio, activado y tratado, eso nos dará garantía de una buena salud capilar.
- Después de lavado aplicar siempre bálsamo o mascarilla y desenredar el cabello siempre en el momento de la exposición para favorecer la alineación cuticular y evitar la rotura.
- Si dejamos nuestro cabello secar al aire, sea liso o rizado, podemos aplicar una pequeña cantidad de bálsamo reparador como styling o protector termal sin aclarar.
- En caso de picores, descamación, irritación, posible quemadura del cuero cabelludo, aplicar por la noche el bálsamo reparador en el cuero cabelludo y dejarlo toda la noche, repetir si fuera necesario para reponer el manto hidrolipídico.
- Evitar las herramientas térmicas todo lo posible.
- Cuidar y mimar de nuestro cabello y cuero cabelludo es imprescindible, igual que la piel del resto del cuerpo, la alimentación, y nuestros hábitos saludables.
Ahora, toca disfrutar del verano, las vacaciones y lucir pelazo!
Sol Santos Navarro
Director creativo en By Sol Santos.
Experta en cosmética ecológica.